Durante la última década,
la tecnología transformó nuestras vidas y las relaciones amorosas no son la excepción.
Al acercarse el Día de San Valentín, crece la presión entre los solteros para
encontrar una persona con quien celebrar esta fecha. Y las aplicaciones de
citas están aquí para ayudar. ¿O no?
Deslizar el dedo hacia la
derecha para aprobar a alguien en una aplicación de citas es sencillo, pero en
el camino hacia descubrir a tu nuevo amor verdadero (o solo hacer una cita, si
prefieres mantener las cosas menos serias), nada resulta tan fácil como se espera,
incluso en el mundo digital. Los investigadores de Kaspersky evaluaron los
riesgos y las dificultades que existen en la ruta hacia el romance y
descubrieron que los ciberdelincuentes no son ajenos a los flechazos en línea.
Las aplicaciones de citas más
populares que se usan en todo el mundo, como Tinder y Badoo, a menudo se
convierten en un anzuelo para difundir malware en dispositivos móviles u
obtener datos personales para luego bombardear a los usuarios con anuncios publicitarios
no deseados o incluso gastar su dinero en el pago de costosas suscripciones. Estos programas de
malware no tienen nada que ver con las aplicaciones
legítimas, ya que solo usan el nombre y, a veces, el diseño de los servicios de
citas auténticos para engañar a los usuarios.
El análisis de malware que
usa los nombres de más de 20 aplicaciones de citas populares y la palabra clave
"citas" mostró que 1.963 archivos únicos se difundieron bajo la apariencia
de aplicaciones legítimas en 2019. Cabe destacar que dos tercios de ellos
estaban enmascarados como Tinder (1.262 archivos) y otro sexto parecía estar
vinculado a Badoo (263 archivos); ambas son aplicaciones reconocidas en todo el
mundo.
El peligro que conllevan estos archivos maliciosos varía de un archivo a
otro, desde troyanos que pueden descargar otro malware hasta aquellos que
envían SMS costosos y adware, por lo
que es probable que cada ping que recibe un usuario sea la molesta notificación
de un anuncio no deseado en vez del mensaje de una pareja potencial.
Por ejemplo, una de las aplicaciones que a primera
vista se parece a Tinder es, en realidad, un troyano de transacciones bancarias
que constantemente solicita los derechos de servicio de accesibilidad y, al
obtenerlos, se otorga todos los derechos necesarios para robar el dinero del
usuario. Hay otro que se da el nombre de "Configuración" justo
después de la instalación, muestra un mensaje falso de "error" y
luego desaparece, con una alta probabilidad de que vuelva con anuncios no
deseados unos días después.
Los cibercriminales que se especializan en el phishing tampoco pierden la
oportunidad de aprovecharse de aquellos que buscan el amor. Copias falsas de
aplicaciones de citas populares y sitios web, como Match.com y Tinder, inundan
Internet. Los usuarios deben dejar sus datos personales o conectarse a las
aplicaciones a través de su cuenta de redes sociales. El resultado no es
sorprendente: los ciberdelincuentes utilizarán o venderán los datos, mientras
que el usuario se quedará sin nada.
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