Según científicos suecos, estudiar lenguas extranjeras
puede retrasar la aparición del Alzheimer.
Los expertos
lingüistas de Babbel analizan por qué aprender un nuevo idioma puede repercutir
de manera positiva en la vida de las personas.
La revolución del bienestar se ha convertido en una
de las tendencias clave principalmente desde 2020. Con la llegada del wellbeing - término inglés que significa
“bienestar”, o en un sentido amplio, un estado satisfactorio y tranquilo, tanto
a nivel físico como mental -, las personas se esfuerzan por transformar sus
cuerpos y nutrir sus almas, pero lo más importante, es reconectarse con los
verdaderos propósitos en la vida. Se trata de vivir mejor por más tiempo.
Por ello y con
motivo del “Mes Mundial de la Salud”, los expertos lingüistas de Babbel, la
plataforma premium de aprendizaje de idiomas, analizaron los beneficios de
aprender un nuevo idioma.
LOS IDIOMAS: UN “BOOST” DE JUVENTUD PARA EL CEREBRO
Cada vez más personas recurren a la meditación, al yoga o cambian su dieta por una
más saludable para alcanzar mayores niveles de bienestar. Pero si hay
algo que se suele olvidar es la importancia de ejercitar el cerebro y aquí es
donde cobra fuerza el aprendizaje de
idiomas.
El cerebro es un músculo y aprender un idioma es una
de las actividades que puede ayudar a desarrollarlo al máximo. Y es que, no
solo mejora el enfoque, sino que también aumenta la memoria y las habilidades
multitarea. Además, para los adultos, según los científicos suecos de la Universidad de Lund (Suecia): “aprender un nuevo
idioma puede retrasar la aparición de la enfermedad del Alzheimer”, de
acuerdo con un estudio que también demuestra que se aprecia un crecimiento
de las áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje después del aprendizaje
de un idioma extranjero.
APRENDER ALGO NUEVO: CLAVE PARA ALCANZAR EL BIENESTAR EMOCIONAL
Por otro lado,
cuando hablamos de bienestar emocional, varias investigaciones demuestran
que aprender cosas nuevas puede hacernos sentir mejor:
Aprender en la edad adulta
aumenta la autoestima: Trabajar
a lo largo de la vida con el objetivo de ser cada vez mejor es una parte
crucial del desarrollo humano y hace que las personas sean más felices. Así lo
demuestra una revisión de múltiples estudios realizada
por investigadores de la Universidad de
Cambridge, que encontró pruebas sólidas de que el aprendizaje de adultos
produce un aumento de la autoestima y la autoeficacia.
Por
otro lado, un análisis del Instituto de
Estudios del Empleo en Inglaterra determinó que el 80% de los
estudiantes de entre 50 y 71 años mostraron un impacto positivo en al menos uno
de estos factores: disfrute de la vida, confianza en sí mismos, sentimientos
positivos hacia sí mismos, satisfacción en otras áreas de la vida, capacidad
para hacer frente a los problemas cotidianos.
Aprender palabras nuevas es como comer chocolate: ¿Qué tiene en común aprender un idioma con el sexo y el
chocolate? Un estudio publicado en
la revista Current Biology determinó
que aprender con éxito el significado de vocabulario nuevo al estudiar un
idioma extranjero activa una parte del cerebro llamada cuerpo estriado ventral, donde se procesa el mecanismo de la
recompensa. Esta región cerebral, a la que a veces se alude como el centro del placer del cerebro, también
se activa cuando las personas tienen relaciones sexuales o cuando se come
chocolate. En pocas palabras, dedicarse a actividades como aprender un nuevo
idioma puede aumentar la sensación de placer.
Cumplir metas nos hace más felices: ¿Quién no conoce esa gran sensación de logro cuando se
tacha otra de las tareas completadas de la lista de cosas por hacer? La
consecución de nuevas metas aumenta el «bienestar
subjetivo», es decir, los niveles de felicidad y satisfacción con la vida
establecidos por cada persona. Y es que hay que tener en cuenta queel esfuerzo por lograr los objetivos y la
satisfacción al conseguirlos interactúan de manera cíclica. Tal incremento de
la felicidad motiva a seguir trabajando por alcanzar las metas, lo que provoca
que las personas vuelvan a ser felices, y así sucesivamente. En conclusión,
alcanzar las metas que cada individuo se propone los hace más felices, y
aprender un nuevo idioma es sin duda una meta que vale la pena perseguir.
Otros
de los beneficios de aprender un nuevo idioma son: afinar el oído, mejorar las
habilidades de escucha, potenciar el enfoque o los niveles de atención y mejorar la toma de decisiones. Además,
también ayuda a potenciar las habilidades matemáticas y la creatividad.
Esteban
Touma, profesor de Babbel Live, afirmó: “se suele empezar el año con buenos proyectos y, aunque el aprendizaje
de idiomas siempre está en esa lista, a veces no es fácil de cumplir. Comprender que aprender un nuevo
idioma además de ser un buen plan es un propósito saludable facilitará que el
proceso de aprendizaje sea más motivador, amigable y efectivo”. Y
agregó, “desde Babbel contamos con una
gran variedad de herramientas para ajustarnos a las necesidades de todo tipo de
estudiantes, desde podcasts, ejercicios a través de la app, a clases online con
profesores certificados a través de Babbel Live. Por lo que durante este 2023
no hay excusa para aprender idiomas, no es sólo bueno para nuestro día a día,
nuestro desarrollo personal y profesional sino también para nuestra salud”.
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